Algunos usuarios optan por compartir la conexión inalámbrica con otros usuarios, generalmente vecinos o familiares que viven cerca. Esto permite ahorrar costos lógicamente. Una persona paga Internet y se pueden aprovechar con varios usuarios. ¿pero que consecuencias trae esta practica?.
La pérdida de velocidad. Lógicamente cuando hay más usuarios conectados a la red significa que van a consumir más ancho de banda. No es lo mismo una vivienda que dos, por ejemplo. Por tanto el hecho de compartir la red Wi-Fi con nuestros vecinos por intentar ahorrar va a suponer tener pérdida de velocidad. Esto también provocaría una menor calidad y estabilidad de la conexión. Problemas que, en definitiva, afectan al buen funcionamiento a la hora de navegar.
Los riesgos de seguridad van a estar presentes. Ya sabemos que mantener el buen funcionamiento del router se basa esencialmente en la seguridad. Hay que evitar cometer errores que pongan en riesgo nuestra conexión, así como utilizar contraseñas que sean fuertes y complejas. Esto significa que si estamos compartiendo la conexión con otros usuarios, éstos podrían cometer errores que pongan en riesgo la seguridad de la red. No dependemos únicamente de cómo cuidemos nosotros la conexión, sino que vamos a depender de terceros y de que todos sus equipos estén correctamente actualizados y no haya vulnerabilidades que puedan poner en riesgo al resto de la red.
Mal funcionamiento del Router, este presentara problemas al intentar conectar un dispositivo que esta lejos consumirá mas energía y bajara la calidad de los dispositivos de su casa solo por tratar de conectar al dispositivo que esta lejos.
Nota: un vecino con algún programa de hackeo podría copiar tus fotos, contraseñas de cuentas bancarias y datos de privacidad de cualquier dispositivo que tengas en tu hogar.